Actualmente, la madera laminada se impone como una nueva forma de utilizar la madera, sustituyendo o complementándose con la madera maciza en el ámbito de la construcción.
Tanto para proyectos de índole estructural como para reformas de techos, pérgolas, y demás estructuras, la madera multilaminada cada vez gana más terreno como materia prima de excelencia. En portales web como Haibitissimo, se pueden observar reformas y diversas estructuras de techos que arquitectos e ingenieros pensaron para un hogar determinado, utilizando como base la madera multilaminada. Cuando nos sumergimos en el mundo de la construcción con maderas multilaminadas, son diversas sus aplicaciones y formas que pueden tomar, como así también el poder de creación y atractivo visual.
Se define como “la unión de tablas o láminas a través de sus cantos, caras y extremos, con sus fibras en la misma dirección, conformando un elemento no limitado en escuadría ni en largos, y que funciona como una sola unidad estructural”.
El espesor normal de las láminas varía entre 20 mm y 45 mm y la unión de las láminas se realiza con un adhesivo específicamente formulado, a base de urea formaldehído, urea resorcinol y urea melamina.
Las especies madereras más usadas en la fabricación de laminados son las Coníferas y en nuestro país se emplea Pino Paraná, Pino elliottii y taeda, Álamo, Eucalipto y Lenga con una fabricación artesanal.
A nivel estructural, la madera, a diferencia del hormigón y el acero, presta servicio durante un periodo más largo en caso de incendio, proporcionando seguridad en cuanto a tiempos de desalojar la vivienda y riesgo de derrumbe.
Se pueden construir vigas, (la recta de sección constante es la más económica de producir), arcos (partiendo de laminaciones muy delgadas) y marcos (muy atractivos desde el punto de vista arquitectónico).
Fuente: Habitissimo